¡Soy el único responsable de la evolución del hombre! De no ser por mí
el hombre no caminaría erguido, sería una bestia aún como esos leones que pasan
en el Discovery Channel matándose unos a otros ausentes de mi admirable
presencia - dijo orgulloso el dedo pulgar de la mano derecha.
-¡Bah! Qué tío más pesado- dijo dedo medio.
- Si es un poco molesto que se crea tanta cosa, deberíamos hacer algo
para bajarle los humos- dijo dedo meñique.
- Tienes razón, me ha estado provocando dolores de uña todos los días,
que me llegan hasta la cutícula- argumentó dedo índice sin escrúpulos.
Mientras iban y venían ideas para la masacre, mano izquierda llegó
junto a mano derecha, por lo que el complot se hizo masivo. Eran ya ocho dedos
en busca de un final catastrófico para dedo pulgar derecho y dedo pulgar
izquierdo (cabe mencionar que dedo pulgar izquierdo era de la misma forma que
derecho pedante y ególatra). Entre tanto rebuscarle, dedo índice izquierdo miro
a su alrededor y descubrió un cuchillo sobre la pequeña mesita del comedor, la
respuesta a todas sus plegarias y frente a ellos mismos. Después de varios
intentos fallidos y sin la ayuda de los dedos pulgares que seguían ensimismados
en su dicha narcisista, tomaron el cuchillo en un descuido. Sólo era cuestión
de cercenar sobre la dirección correcta, que cosa más difícil, quedaron
inmóviles al borde de las rodillas.
- Vaya plan magnífico que nos inventamos, mala suerte que la conciencia
y el poder de acto pesa sobre el hombre que nos maneja a su antojo- dijo dedo
medio de la mano izquierda.
Y así, en un final trágico para ocho dedos en huelga, se resignaron a
vivir eternamente con dedo pulgar como compañero de juegos, ideando un plan
para robar al hombre un poquito de ese libre albedrío, o de menos llenarle la
cabeza de ideas subliminales para terminar con dedo pulgar de por vida
(intentos fallidos hasta la fecha).
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