Aquí
sentada en el ocio,
me veo obligada a divagar
en el silencio absurdo de mis palabrejas autistas.
Saco el anzuelo de mi indignidad poética
y en un susurro
estornudo todos mis males pasajeros.
Voy y vengo en mi diván
llenos de tesis mal creadas de tus ojos,
vacías de tu aliento,
solas y en suspenso
de esperarte y solo hallar tu recuerdo,
llenas de disparates en vuelo
y de futuras cenicientas en tus dedos.
Despierto para volver a soñar tu silueta
y este vacío que me deja tu ausencia
para soñarte despierta
y jugar de mentiras
que estás a mi lado
sólo escondida,
aquí,
tan discreta.
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